jueves, 26 de noviembre de 2009

Calle Sierpes: Abanicos, Sombrillas, ... (6)

En la década final del siglo ya no hay constancia de la tienda de la Viuda de Vides, y aparece una nueva en la calle Sierpes: la de J. M. Martínez Bosch, que se titula "sucesor de Colomina y Domínguez". Según esta factura de 1892, está situada en el número 64. Señal de los nuevos tiempos son los escudos y leyendas de las esquinas superiores que dicen, en uno, "privilegio de invención" y, en el otro, "marca registrada", es decir que sus productos son exclusivos y protegidos por los derechos de autor.



De cinco años después, 1897, es la siguiente, exactamente igual que la anterior, pero corregida con un sello de tinta azul que apenas se puede apreciar en la imagen. Sobre las iniciales de J. M. (Martinez Bosch) se ha estampado el nombre de Carmelo, y sobre la palabra "sucesor" (de Colomina y Domínguez) se ha puesto "antigua casa". Ahora el número de la tienda es el 66, en la misma calle.



La verdad es que estos dos documentos contradicen una versión bastante extendida sobre la instalación de la tienda de D. Carlos Rubio, es decir, la Casa Rubio, a finales del siglo XIX. En La Sevilla de los Montpensier (Focus, 1997), página 92, por ejemplo, hay una fotografía antigua, de la Hemeroteca Municipal, en la que se ve la fachada de la tienda con el rótulo "Carlos Rubio" y, al lado, el número de la calle, el 66. En el pie de la foto se nos dice que es de, aproximadamente, 1890 y, es evidente, que como mucho sería posterior a 1897.

Pero al mencionar a la famosa Casa Rubio del siglo XX, no quiero dejar pasar un detalle. En el artículo de D. Julio Domínguez Arjona sobre esta casa (http://www.galeon.com/juliodominguez/2005/caru.html) se fija en los detalles de los balcones. Le cojo prestada una de esas fotografías



y la comparo con los adornos laterales de las facturas de Vides-Santigosa. Yo, desde luego, no creo en las casualidades. El motivo utilizado por el taller de Santigosa en la factura es muy acertado y se nota en la pervivencia de estos pequeños detalles.



Incluso mi sorpresa ha sido mayor cuando hace unos días repasando unos legajos correspondientes a las propiedades de los Duques en Bolonia, encontre la factura que ahora presento de esta ciudad



También puede ser una casualidad, o un motivo repetido en toda Europa, pero no me extrañaría que hubieran contactos entre tiendas similares de Sevilla y Bolonia que tenían que atender a los Duques y que podían copiarse ideas.

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