viernes, 15 de enero de 2010

Otras imágenes corporativas: sellos privados.

Después de hacer la serie sobre la Imagen corporativa del Ayuntamiento de Sevilla, pensé que podría enriquecerla si incorporaba sellos o membretes de particulares o de asociaciones, pues los hay en cantidad y variedad. De esta forma podría ser un contrapunto para esta historia visual a través de las imágenes características de comercios, instituciones y, ahora, particulares.

En esta primera entrada voy a presentar ejemplares diversos, para ver las distintas variedades, mientras que en las siguientes me concretaré en dos personas muy representativas, cada una en su ámbito, para examinar la evolución en el tiempo de estos sellos.

Estos membretes o sellos de particulares son, en muchos casos, reflejo de la personalidad del individuo que los utiliza, como si fueran pequeños tatuajes del tiempo impresos. Por este motivo siempre me han apasionado esos pequeños sellos destinados a ilustrar el papel de carta. En apariencia insignificantes, son fiel reflejo de la persona, de la época y de la tecnología correspondiente al medio usado en cada caso.

Así voy a presentar ejemplos diversos, procurando que sean representativos de los distintos modelos existentes en esta segunda mitad del siglo XIX, aunque la selección es muy complicada porque son tantos y tan interesantes los que existen en la correspondencia del Archivo que elegirlos me resulta difícil. Lo que voy a intentar es que a través de los sellos elegidos se puedan ver las modas, usos y costumbres, las innovaciones técnicas, el rango de la persona, hasta la personalidad de quien los utiliza, etc.


Modelo 1.

Este es el primer modelo que presento, el que utiliza el nombre completo. No es el más frecuente en los sellos impresos, aunque sí en los sellos secos. He elegido éste del banquero sevillano J. M. Adalid, de una carta de 1858, con un magnífico adorno alrededor, propio del pendolismo caligráfico.

Como complemento de éste añado un segundo ejemplo porque junto con su sello propio, la cruz roja de Calatrava, en el centro del papel de carta, añade el nombre completo y además el domicilio. Es él único que he encontrado con estas características en el Archivo, algo que en el siglo XX se hará de forma habitual en el papel destinado a la correspondencia, es decir la inclusión de la dirección. Es del abogado sevillano Fernando Barón, del año 1897 y ya están cerca los nuevos tiempos. Lo ofrezco completo para poder percibir las proporciones reales.



Modelo 2.


Pero lo corriente, como ya he avanzado, son los membretes con las iniciales del nombre y los apellidos, más o menos entrelazadas. Es el segundo modelo de sellos y he elegido el de Basilio del Camino, propietario de una de las tiendas más representativas de la Sevilla de la segunda mitad del siglo XIX. Pertenece a una carta de 1871.



El grado de entrelazamiento de las iniciales puede ser mucho mayor. Como ejemplo presento este sello de Ignacio de Arteaga, en una carta procedente de Madrid (1871), donde son muy frecuentes este tipo de membretes, según lo que he podido ver en el Archivo. Ofrece además un detalle que no hemos visto en las anteriores y es la corona de su rango nobiliario. Las iniciales deben corresponder a ese título que, si no me equivoco, es el de Conde de Peñaflor.


En este modelos es muy frecuente entrelazar las letras de forma que una esté en posición vertical y la otra horizontal. El resultado en general no me resulta adecuado estéticamente, pero ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito. El ejemplar que presento es el del gobernador y, más tarde, alcalde de Sevilla, Joaquín Auñón (1866). A simple vista resulta algo gratuito, sin sentido y como descoyuntado. Vuelvo a presentar la carta a su tamaño completo para no perder la perspectiva de lo que estamos examinando. El papel es del tamaño real de una media cuartilla.


Más elegante me parece esta solución del membrete del antiguo gentilhombre del Duque, el marqués del Moscoso, en una carta de fecha 1881, que también presento completa. Las dos "M" del título se cruzan en aspa formando un elegante conjunto con la corona nobiliaria.
En esta carta se recoge el signo de luto con ese encuadre en negro del papel. Era algo que ya se me había olvidado de verlo en mi infancia. Esos papeles tan negros y tan frecuentes que me llamaban tanto la atención. Por cierto que esa tinta deteriora bastante el papel si no es de buena calidad. Así, deshechos por los bordes, encuentro muchos en el Archivo.



Modelo 3.


Un tercer modelo de membrete es el híbrido de iniciales grandes y, dentro de ellas, el nombre completo, con unas letras minúsculas. Es más frecuente de lo que yo imaginaba. Lo que sucede es que no te das cuenta y en muchos casos pasan desapercibidos. El ejemplo que ofrezco es de otro comerciante sevillano, especializado en tejidos de seda, Tomás de la Calzada y Rodríguez (1871), también de la calle Francos.



No menos interesante es este ejemplar en el que las letras I.C. contienen el nombre de Ildefonso (en la I) y Calderón (en la C).
Un detalle curioso: la fecha está escrita de una forma que no la he visto en ninguna otra ocasión: "Sevilla 28 Marzo 882".
También tiene el marco negro de luto.



Para terminar con otro ejemplo de este modelo incluyo un sello femenino. Tiene sus iniciales, que corresponden con el nombre de la mujer, Adela Fraga, y, en el centro, "de Suarez". Es la esposa del diputado y abogado de los Duques, Diego Suarez. Pero el detalle que quiero destacar es la posición del sello de forma oblicua en el ángulo superior izquierdo. Sólo esto, tan simple, lo hace distinto a todos los demás.
Por cierto que si en el mundo de las facturas, como ya he advertido en otra entrada, la mujer apenas aparece, en este de la corresondencia privada tiene su parte muy importante e interesante, con sellos muy personales.



Modelo 4.


Un cuarto modelo de sello está relacionado con el anterior por la tipología, al incluir palabras en letras minúsculas y, a la vez, con la tradición nobiliaria, porque esto permite introducir la divisa o lema de la familia. Este primero que presento es muy conocido y representativo, porque pertenece al Duque de Veragua, con la famosa divisa "A Castilla y a León nuevo mundo dio Colón".


Este otro sello está presente en una carta de D. Andrés Parladé, de 1884, y es muy complejo, con varios elementos diferentes, que, por mi desconocimiento, no puedo identificar. Pero si puedo leer las dos divisas que contiene: "Después de Dios la casa de Quirós", es una, y "A guiar por más valer", la otra.



Este tercer sello del mismo modelo también es de la Casa de Quirós, por lo que podemos leer alrededor de la letra "I". Pertenece a una carta escrita y firmada por Mª Cristina Muñoz, de Quirós, en 1883. De nuevo contiene la divisa "Después de Dios la casa de Quirós".






Modelo 5.

El quinto modelo de sello, y último por ahora, es el que está relacionado con una razón comercial. Su tipología es muy distinta del sello privado porque suele ser el preámbulo o la continuación de la factura, y, por lo tanto repite el esquema de ésta. Es lo que podemos ver en esta carta de J.P. Bunout, del que ya conocemos, de una entrada anterior, sus distintas facturas.




Pero no siempre esto es así, como se puede observar en este sello de la razón comercial sevillana, a pesar de sus nombres ingleses, "Cahill, White y Beck", más parecido a uno de la correspondencia privada, que a la de negocios. Seguramente es el destinado a las relaciones de esta empresa con Gran Bretaña, por el significativo detalle de escribir "Seville" en el centro del círculo.



Pero en este mundo de los sellos en cualquier lugar puede saltar la sorpresa. Por eso presento este ejemplo de un comercio francés cuyo sello es lo más parecido a un ex-libris, por el diseño utilizado. La verdad es que es el más adecuado al tipo de negocio de que se trata, una importante librería de París.




Contrapunto de éste puede ser el membrete de una carta del joyero de Sevilla, Manuel González de Rojas, en la que se reduce al mínimo posible el dibujo de su propia factura, que ya presenté en una entrada anterior (de julio 2009, correspondiente a la modista Vicenta Carballo). Es curioso que, aún siendo muy pequeña, aparece la firma del impresor que, en este caso, ya es muy conocido en este blog, porque se trata de D. Carlos Santigosa.



Como dije al principio son muchísimos los ejemplos que podría poner sacados de la correspondencia conservada en el Archivo, pero sería para hacer otro blog sólo sobre este tema, teniendo en cuenta además que, en esta primera entrada, he dejado sin recoger los sellos en seco, de los que existen muchos, porque hay que escanearlos con mucha resolución para que, luego, puedan verse en la pantalla del ordenador.

jueves, 14 de enero de 2010

Rafael Esquivel y sus sellos (1)

En la primera entrada hemos visto los distintos modelos de sellos y sus variedades, de una forma somera, porque, como ya he dicho, hay infinidad de ellos en la correspondencia conservada en el Archivo. En las próximas me voy a detener en los de dos personas concretas elegidas por distintos motivos. La primera es Rafael Esquivel Vélez, hombre importante en la Sanlúcar de Barrameda de mediados del siglo XIX, que facilitó el aterrizaje de los Duques de Montpensier en su ciudad y con los que mantuvo una magnífica relación. Fruto de ella es una abundante correspondencia a lo largo de las décadas de 1850 y 1860, de la que hemos podido extraer los sellos que ofrezco en esta entrada y que nos permiten estudiar la evolución de esos pequeños tatuajes de la historia doméstica.

A través de sus cartas podemos conocer a D. Rafael Esquivel como una persona locuaz, llana, que en sus relaciones con los Duques sabe estar en su sitio y marcar las distancias. No es su empleado, por eso mismo usa su propio papel de carta con su sello, y a través de esa correspondencia nos informa de muchas cosas que, cualquier otra persona al servicio del Palacio, nunca se atrevería a hacer.

Este breve perfil nos sirve para comprender la variedad de sellos que utiliza a lo largo de esos veinte años de correspondencia. Debía de charlar por los codos igual que escribía y así gasta el papel de carta y tiene que encargar que le hagan más, casi anualmente. De esta forma se puede ofrecer una panorámica de la evolución de estos sellos, en un periodo de tiempo concreto, algo que no se puede hacer con nadie más, porque nadie escribe tanto como él, y cuando lo hacen son empleados del Duque que utilizan el papel timbrado del Palacio.

Como son muchos los sellos los he agrupado, haciendo una composición, para poder ver la evolución. Así en la década de 1850 lo típico es el sello en seco, en relieve, muy sencillo. Como se puede ver el nombre y nada más. Debajo de cada uno he indicado la fecha en que comienza a utilizar ese papel timbrado.



Este modelo sencillo se complementa con el primero de los que muestro a continuación. Más solemne y elegante, y muy bonito, en definitiva.

Y ya a partir de 1859 se inclina por este tipo de sello, más barroco y elaborado, abandonando el modelo anterior, como podemos observar por las fechas que figuran en cada uno.



Este proceso lo he podido observar en otras correspondencias, incluso en la de los propios Duques. Son muy raros en estos años los sellos impresos, aunque ya se encargan y, por supuesto, los Duques los tienen. Pero lo normal es el sello en seco. Por eso presento los tres modelos que he localizado del abogado sevillano, Diego Suarez, que mantiene, por motivos profesionales, una correspondencia fluida con el Palacio y que nos pueden servir para comprobar esta tendencia. De su esposa, Adela Fraga, he mostrado ya su sello en la primera entrada de esta serie.




Estos sellos son, respectivamente, de 1852, 1853 y 1855.

Por si quedara dudas de la utilización de estos sellos en seco ofrezco uno del Ministerio de Hacienda de estos mismos años.

martes, 12 de enero de 2010

Rafael Esquivel y sus sellos (2)

En la década de 1860 se debieron generalizar ya el sello o membrete impreso y a color. D. Rafael no se priva de este gusto y sus cartas se decoran con unos vistosos juegos de letras. Sus iniciales, "R" y "E", en paralelo, entrelazadas o acodadas, son las protagonistas de estos membretes. Es la colección que presento ahora. Seis juegos diferentes, cada uno señalado con la fecha en que se comienza a utilizar.



Del último juego de letras debió encargar un montón y para darle variedad se hicieron en colores diferentes de los que presento otra colección, con el año también de su utilización, pero en este caso debía de haber puesto mejor el mes, porque se agotan rapidamente. Estamos en unas fechas en las que se palpa la posibilidad de un nuevo rey para España, el Duque de Montpensier, con un fuerte arraigo sanluqueño. Los proyectos de D. Rafael Esquivel Vélez en Sanlúcar son frenéticos y su pluma no debía de dar abasto.

lunes, 11 de enero de 2010

Los sellos de Isabel II (1)

Si he presentado los sellos de D. Rafael Esquivel Vélez, entre 1850 y 1870, quiero ahora presentar los de otro personaje completamente diferente: la propia reina, o ex-reina, Isabel II, hermana y cuñada de los Duques, justo a partir de esa fecha de 1870, exiliada en Francia, despues de su derrocamiento en 1868.

Son los membretes que lleva la correspondencia particular de Isabel II a su hermana Luisa Fernanda o a su cuñado, Antonio de Orleans, que fue tan importante en la década de los años 70 por las graves desaveniencias que hubo entre ellos, primero, y el acuerdo posterior para la boda de sus hijos.

El primer ejemplo de sello es éste, con variaciones según el color utilizado. El modelo lo presento primero en una carta de 1875 para que se compruebe su tamaño.



Ahora ya lo podemos ver en grande para comprenderlo bien. Es una flor de lis, símbolo de los Borbones, con la corona real, y en las hojas el nombre de Ysabel (así le debía gustar escribir, con "y" griega) en una, y en la otra Borbón. Está impreso con tinta negra y pertenece a una carta de 1871.


Los siguientes sellos son ya de distintas fechas del año 1872. En éste y el siguiente se utiliza el color, con predominio del dorado.



Son idénticos salvo en el color de fondo utilizado. En el de arriba rojo oscuro, y en el de abajo violeta claro.



Y la última variante de este modelo es este sello en seco de finales de 1872.



Por cierto que el mismo modelo es el utilizado por su hijo Alfonso, el futuro rey, como en esta carta de 1873, dirigida a su "querido tío", el Duque de Montpensier, el padre de su futura esposa. Es la prueba de que ya está en marcha la solución de las pasadas turbulencias familiares.

domingo, 10 de enero de 2010

Los sellos de Isabel II (2)

Entre los años 1873 y 1875 la reina Isabel II utiliza un nuevo modelo de sello en su papel de carta, aunque no abandona totalmente el anterior.

Aquí presento una carta de 1875, cuando ya las relaciones dentro de las familias se han solucionado con la futura boda de los hijos de ambos, Alfonso XII, ya rey en esta fecha, y Mª de las Mercedes.



Este es el detalle concreto, extraído de otra carta distinta, de 1873. Por este motivo los colores no son idénticos. Se juega, como se puede ver, con motivos florales, aprovechando que la letra Y, inicial de Isabel, se convierte en una rama de la que salen hojas y rosas. Como vive en París exiliada, es de suponer que el diseño es parisino y de notable calidad. Además con este tipo de membrete puede, de forma diplomática, renunciar a exhibir la corona real, para evitar susceptibilidades.



Éste es el membrete de la carta de 1875 con la que iniciaba la entrada. En comparación con la de 1873 me parece que se ha mejorado incluso la calidad de impresión, por este motivo la presento en detalle por su belleza y su cuidado, propia de una persona de su categoría. No olvidemos que ha sido la reina, aunque ahora lo sea sólo en el exilio.

sábado, 9 de enero de 2010

Los sellos de Isabel II (3)

Pasados los momentos de la crisis revolucionaria de 1868-74 y enfilada la Restauración, con la vista puesta en la próxima boda de Alfonso XII y Mª de las Mercedes, la hija de los Duques de Montpensier, aparecen estos nuevos sellos de Isabel II, realmente espectaculares. Reflejo seguro de esa estabilidad optimista que aparece en el horizonte español.

Son dos cartas dirigidas a "Mi muy querido hermano Montpensier", despues de lo que había pasado entre ellos, puede ser irónico o hipócrita. Ésta es de 1875.



Aquí está el detalle del sello para poder comprobar la calidad del diseño y de la impresión. No se olvide que ha sido la reina y, ahora es la reina madre, pero ni por esa escribe derecho. Se tuerce igual que los niños chicos.



Esta otra carta es de un año despues, 1876.



Mientras que en la anterior utiliza las letras Y y B enlazadas, ahora es su nombre Ysabel completo.



De la misma década de los años 1870 puedo presentar este sello de otro personaje de la familia real, muy interesante por ser de su mismo estilo. Pertenece al Duque de Riansares, Fernando Muñoz, esposo de Mª Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII, y padrastro, por tanto de Isabel II y Luisa Fernanda. En una carta de 1873 dirigida a esta última utiliza este sello en el que se puede leer perfectamente tanto el nombre, Fernando, como el apellido Muñoz, aunque éste en una difícil, e inteligente, composición.

jueves, 7 de enero de 2010

Los sellos de Isabel II (4)

Para terminar la serie de sellos privados de Isabel II, presento éste de una carta, de 1893, escrita en París, donde reside, y dirigida a su hermana, Luisa Fernanda, viuda ya desde 1890.

Es un nuevo modelo de sello en forma de medallón o sello de lacre, pues en las dos variedades se realiza. El de la reina es de la primera forma, una especie de medalla coronada, en relieve. En el Archivo existen otros sellos similares de la familia. Luisa Fernanda tiene uno muy bonito, igual que su sobrina y nuera Eulalia. Debíó de ponerse de moda en la década final del siglo XIX.

Aunque no estoy comentando nada del contenido de la correspondencia porque sólo intento presentar los sellos, no deja de sorprenderme esta mujer, la "reina castiza", con sus encabezamientos de carta: "Queridísima hermana mía de mi corazón".



Éste es el sello. Magnífico. Un diseño y una realización perfecta. En el medallón, con una bella caligrafía, "Ysabel Segunda". Han pasado casi treinta años de su derrocamiento y la monarquía, en la familia de los Borbones, con su nieto Alfonso XIII, está consolidada. Ella, con orgullo, ya puede decir, en su sello, que ha sido reina de España.



Cierro esta entrada con la otra variante de este sello, en vez de la medalla o medallón, la imitación de la impronta del sello en lacre. Ya lo hemos visto en las entradas de los sellos de la ciudad de Sevilla.

La Infanta Luisa Fernanda utiliza uno de este tipo, pero el que incluyo, para enlazar con los sellos de Rafael Esquivel Vélez, es el del hijo de éste, que fue el secretario personal del Duque de Montpensier, desde la década de 1870. Me estoy refiriendo a Rafael Esquivel Castelló.

En otra entrada anterior (julio 2009) ya he hablado de este secretario. Ahora sólo quiero hacer notar un detalle para diferenciarlo del padre. Los dos escriben muchísimo, el hijo incluso más que el padre, porque lleva todos los asuntos de la Casa y despacha con todos los secretarios, intendentes y empleados. Pero mientras que el padre no era un empleado del Duque y, por lo tanto, utilizaba su propio papel, y de ahí la cantidad de sellos que he podido ofrecer, el hijo sí lo es y sólo utiliza papel timbrado de la Casa. El único sello que he encontrado de él es éste, de 1893. Ya no es secretario del Duque, fallecido, y ahora es uno de los albaceas testamentarios que, en Madrid, se encarga de todo lo referente en esta ciudad del tema de la herencia del Duque.

miércoles, 6 de enero de 2010

Los sellos institucionales de Isabel II

Para terminar la colección de sellos, presento los institucionales de la reina Isabel II. Logicamente en el Archivo hay muchísimos por la relación oficial entre las dos familias, pero sólo tienen dos variantes, que son las que ofrezco en esta última entrada.



Esta carta es del año 1849, y procede de la Secretaría de Cámara de la Real Casa y Patrimonio de S.M., como reza en la leyenda del sello.
Es de los primeros tiempos de los Duques en Sevilla, cuando están en el proceso de asentamiento en esta ciudad. Pertenece, por tanto, a la correspondencia oficial de las dos Casas y se trata de la comunicación entre los Secretarios de ambas.


Aquí presento con detalle el sello para poderlo apreciar. De sobra conocido porque es el escudo institucional de España en aquellos años.



Este segundo sello es del año 1886, no ha cambiado nada en cuanto al formato, pero sí en la leyenda. En el anterior bastaba con poner "S.M." porque sólo podía ser la reina Isabel II, pero en esta segunda fecha "S.M." es Alfonso XIII, Isabel II conserva el rango de reina, pero sólo es la reina madre, o, mejor, reina abuela.
Por cierto que tengo en el recuerdo haber visto en una de estas cartas tachado en el sello la palabra "reina". Ahora no me voy a poner a buscarla, porque no apunté en donde estaba, no le di más importancia en aquel momento, pero sería curioso reproducirla. Si alguna vez la encuentro la añadiré como "Anexo" a esta entrada.



Y este es último ejemplar que ofrezco. Es de 1898, ya ha fallecido su hermana, Luisa Fernanda, y se trata en la carta de un tema de la herencia. Si reproduzco el sello es por la particularidad de estar en francés, donde residía la reina. Debía de ser el que usaba allí, lógicamente, pero no el que destinaba a los asuntos de España. Por error o por carecer de uno en condiciones en aquel momento, el secretario envió este modelo.



Nota: Una vez que he publicado esta entrada y puedo verla en mi ordenador como cualquier internauta, me entra la duda de si lo que yo vi fue un sello como éste, en el que se ha dibujado la sombra de la corona que da justamente sobre la palabra "reina". Lo pude ver de pasada, distraidamente, y quedarme con esa idea de que alguien, maliciosamente, en su época, tachó dicha palabra. Puede ser, porque a simple vista, aprisa y sin una lupa a mano, estos detalles los puedes malinterpretar fácilmente.

Éste es el segundo sello institucional de Isabel II, pero tengo algunas dudas porque no es exclusivo de la reina. Exactamente igual lo he visto en otros miembros de la familia real, por ejemplo el Infante D. Antonio, hijo de los Duques y casado con su prima Dª Eulalia, hija de Isabel II. Y además ella sólo lo utiliza cuando ha dejado de ejercer de reina (por lo menos yo no he encontado en el Archivo ninguno anterior a 1868).
En cambio el primero era exclusivo suyo, porque cuando lo utlizan otros miembros de la familia real (por ejemplo, su esposo, Francisco de Asís, o su hermana Luisa Fernanda) las diferencias son muy perceptibles a simple vista. No dejan lugar a dudas.

Ahora se puede observar muy bien el detalle del sello, que es, por sí mismo, muy llamativo. Atrae la atención en cuanto se ve en cualquier escrito, más que el anterior. Pertenece a esa carta de fecha 1879 (observese la franja de luto por el reciente fallecimiento de la reina Mª de las Mercedes).

Por cierto que aquí no hay confusión. La reina reside en Francia ("Paris. Palais de Castille" y "Grand Maitre", en francés en el encabezamiento) pero en el escudo todo está en castellano.



Además el diseño no varía, con el paso del tiempo, en nada. Éste otro sello está extraido de un escrito de diez años más tarde, 1889, y es exactamente igual.