sábado, 30 de mayo de 2009

Otra factura confeccionada por "El Porvenir"



Es otra muestra de esta labor impresora en los talleres de "El Porvenir", y si la he dejado aparte es sólo por continuar el capítulo con el que comencé este blog: las pastelerías y fondas. Entonces la factura más antigua que había encontrado fue una del Sr. Delage en la calle Cuna, de 1861. Posteriormente he hallado otras anteriores que ya iré incluyendo, pero ahora aprovecho la ocasión para presentar ésta que completa una significativa muestra de la labor diseñadora de "El Porvenir".
La factura está mal escuadrada, por eso aparece torcida, pero es algo muy frecuente entre las de estos años 50, porque en las posteriores el procedimiento mecánico debió mejorar bastante y ya es más raro este defecto.
Es la Fonda, Pastelería y Nevería del Suizo, de la que ya presenté otra posterior, de 1863. En ésta parece que tiene más importancia la fonda, mientras que en aquella era la pastelería.

viernes, 29 de mayo de 2009

Las otras facturas de "El Porvenir"

Como ya he explicado en la entrada anterior el negocio del periódico, a mediados del siglo XIX, no era rentable económicamente y por este motivo sus talleres eran utilizados para otros servicios que pudieran compensar las pérdidas. El diario "El Porvenir" de D. Ramón Piñal Martínez no era una excepción, a pesar de que fuera el de mayor difusión en la ciudad de Sevilla.
En dos facturas anteriores de suscripción a "El Porvenir" hemos podido comprobar cuáles eran esos otros productos y servicios que ofrecía. También hemos visto ya una factura confeccionada por estos talleres en una entrada anterior, concretamente la de la tienda de sombreros de Sánchez y Compañía de la Campana. Vamos a ver ahora otras.
La primera es la Fábrica de tejidos de seda de Manuel del Castillo, de 1853. La imprenta se puede ver sobre la columna de los precios en una letra minúscula.



Una segunda factura de esta imprenta es la de un relojero francés establecido en la Plaza del Salvador, Alberto Galloy, del año 1854.



Y una tercera muestra ya no es una factura, es un anuncio de un espectáculo o atracción circense, que puede fecharse en el año 1858.

jueves, 28 de mayo de 2009

"El Porvenir" y Ramón Piñal



Iniciada la aventura político-empresarial en el ámbito de la prensa, su segundo objetivo será el diario más importante de Sevilla: "El Porvenir". Así en el año 1850 adquiere todos los derechos sobre este diario, incluida toda la maquinaria de su imprenta. El negocio periodístico no era, a mediados del siglo XIX, un negocio rentable, por lo que se hacía necesario doblarlo con el servicio tipográfico de la labor impresora y de la venta de papel, como podemos leer en el margen de la factura. La sede del periódico se encuentra situada entonces en la calle Sierpes, número 13. A la vez en esta factura comprobamos que también publica el Boletín Oficial (de la Provincia) y de Fincas del Estado, que hace, según hemos leido en el estudio de D. Francisco Aguilar Piñal, asociado con D. José Saavedra, a quien le había vendido la cabecera de el "Faro del Comercio".



En 1854 fácilmente se puede comprobar la mejora en las técnicas litográficas utilizadas. La factura tiene un elegante diseño lejano del sencillo de la de 1851. Sólo han pasado tres años, pero el espíritu empresarial del Sr. Piñal se nota hasta en estos detalles.



Nota: Despues de hacer esta entrada y en una visita rutinaria que hice para recordar un detalle, he descubierto algo en esta factura que me había pasado inadvertido tanto al catalogarla en el Archivo como al escanearla y eso que lo hago siempre con muchísimo cuidado. Los milagros de las tecnologías. Al ampliar la imagen se puede ver, abajo a la izquierda, tapado por un número escrito en la época de la factura: "Lo grabo R. Mercier". Al otro lado, en la derecha y también abajo, casi oculto por la firma, "Litª del Porvenir".

En ese mismo año también se produce el traslado al número 113 de la misma calle Sierpes.



Un último detalle a destacar es la continuidad en la aventura empresarial del periódico de D. Rafael Góngora y Martínez, al que hemos visto firmar desde el "Faro del Comercio" hasta esta última factura de "El Porvenir". ¿Sería hermano de D. Manuel de Góngora y Martínez, el padre de la arqueología andaluza? Por las fechas y la identidad de apellidos no sería extraño. Ahí dejo la pregunta.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Ramón Piñal Martínez

Gracias a distintos trabajos que he podido leer en la red he logrado deshacer un nudo que tenía con un personaje que firmaba en unos sitios como "Ramón Piñal" y en otros como "Ramón Piñal y Alba". Son padre e hijo y los dos son activos y prósperos hombres de negocios, y, además, con negocios muy diversificados, prueba de los nuevos tiempos que corren: compra-venta de tierras desamortizadas, imprenta, prensa, almacenes de madera, instalación eléctrica, etc.
Comencemos con el padre: Ramón Piñal Martínez, que firma sólo con su primer apellido, de ahí las dudas que tuve al desconocer totalmente los datos de esta familia.
De origen montañés, es decir, de Santander, como tantos otros en esta ciudad, había nacido en 1811, en el seno de una familia de comerciantes. En 1836 contrajo matrimonio con Mª Dolores Alba. Su vida laboral se inició con un negocio de tejidos, pero su éxito debió de llegar con la compra-venta de bienes desamortizados. La época que le tocó vivir fue ideal para un hombre joven, atrevido, con iniciativa e inteligencia. Son los nuevos tiempos de la revolución burguesa y liberal en una Sevilla que se sacude poco a poco el polvo de la Historia. La Sevilla de las nuevas oportunidades para aquellos que no dudan en arriesgar. El colofón de estos negocios debió de ser el proyecto inmobiliario de la recien creada Plaza Nueva, en el que participa como principal promotor.
Pero si ése el el remate de su carrera como hombre de negocios, su complemento es la entrada en el mundo de la comunicación (prensa), tan importante en los nuevos tiempos que corren. Como burgués es liberal y, por las tendencias de sus periódicos, un progresista moderado, consciente de que es a través de ese medio como se puede defender sus ideas sin recurrir a la violencia. Es la nueva forma de hacer opinión, de crear los medios para que las nuevas formas políticas puedan echar raíces.
De esta forma en 1849 se hace con la propiedad del "Faro del Comercio". En este recibo de suscripción, de 1850, primero que hemos encontrado en el Archivo, ya figura su firma.



Aunque de 1849 he encontrado este recibo del "Diario de Sevilla". Desconozco si son diarios de empresas diferentes o de una misma.