
Pero voy a aprovechar que no tengo nada para comentar de esta factura, salvo lo que vende y para quién va destinado, y voy a mostrar dos ejemplares franceses de una Fábrica de abanicos (eventails) para comprobar la plasticidad de este motivo en cualquier diseño. Al comentar la calidad de la obra de Santigosa se lo echaba en falta, por eso creo interesante aportarlo ahora.
En esta factura de 1867 basta un abanico desplegado para llenar de contenido el mensaje comercial. No se necesita más.

Y en ésta de la misma fábrica francesa, pero de diez años después, un pequeño abanico, en el remate del adorno lateral, da su sentido a toda la factura.

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