miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bazar Sevillano, años 40

Cuando me planteé reunir las distintas facturas de este comercio sevillano no sabía nada ni de sus propietarios ni de la tienda, porque son documentos muy opacos y, por tanto, poco ilustrativos. Pero el último ejemplar de esta cadena de facturas me parecía tan espectacular que, por este motivo, lo utilicé en la serie anterior dedicada a la Torre del Oro.

Ahora quiero situar esa misma factura en la evolución de este comercio y suplir con la intuición lo que no me facilitan los documentos de los que dispongo.

En esta primera entrada presento tres facturas elegidas entre las de finales de la década de 1840, cuando los Duques de Motpensier se acaban de instalar en Sevilla (mayo de 1848), que me parecen muy significativas.

La primera es la única que nos da la información del domicilio: Sierpes 92, y está fechada el 3 de junio de 1848. El propietario es un señor de nombre A. Barthou.



A partir de la siguiente ya ni siquiera se da el domicilio. Como ya he explicado en otras entradas son facturas que responden al modelo puramente contable sin contaminación de cualquier reclamo publicitario: nombre de la entidad, propietario y el lema "precio fijo", que para aquellos tiempos sería algo así como "todo a cien", o similar, para nuestra época.
Otra novedad relevante en esta factura, de fecha 18 de septiembre de 1849, es que el nombre de Augusto Barthou (la A. de la anterior ya tiene contenido) está tachado y se ha escrito a mano "Teodoro Arcimís", el nuevo propietario, a juzgar por las siguientes facturas. Es lógico deducir que el cambio de titularidad se ha debido producir tan recientemente que ni siquiera se ha podido hacer una impresión correctora.



La tercera factura, de fecha 20 de diciembre de 1849, es exactamente igual que la anterior, pero ya lleva impreso el nombre del nuevo propietario: Teodoro Arcimís.
Muy pocos datos, en definitiva, porque los productos que se compran en las distintas facturas (objetos de escritorio y lámparas) tampoco nos ayudan mucho a caracterizar el Bazar.

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