lunes, 13 de julio de 2009

Un italiano en Triana: José Pelli

Comienzo una nueva serie de facturas de un fabricante llamado José A. Pelli Marrochetti, ligado comercial y familiarmente a otro llamado José Frapolli Pelli, ambos italianos y afincados en Andalucía.

Esta nueva serie nos permite comentar varios aspectos interesantes. Uno es la importancia de la aportación extranjera a la vida económica sevillana y, en general, andaluza. En alguna otra entrada tendré ocasión de hacer la lista de todos esos nombres que aparecen en las facturas en una proporción bastante alta, por lo menos para lo que yo imaginaba antes de comenzar a trabajar este tema.

Otro aspecto es el de la modernización de sectores artesanales tradicionales con la aportación de la nueva tecnología industrial. El caso más conocido y representativo es, lógicamente, el de Pickman, pero existen otros, y uno de ellos puede ser el de este fabricante, también extranjero, José Pelli.

Y un tercer aspecto es el de las propias facturas en si, porque nos va a permitir conocer otros modelos y tipologías distintas de las que ya hemos visto.

Ésta es la nueva factura:




es de un tejar, conocido por el del Serrano, situado en la Vega de Triana, al sitio del Turruñuelo, que elabora ladrillos, tejas y cañerías, y también “lozetas aprensadas”. El nombre del propietario sólo aparece al comenzar la factura propiamente dicha: “a Pelli y Cª, DEBE”. Al terminar la factura, se nos indica la fecha: 30 de noviembre de 1860. Con ella cometío un error quien, a principios del siglo XXI, comenzó a organizar el Archivo, que escribió a lápiz en la parte superior la fecha de NOV 1865. Fue un lapsus evidente porque estaba y está en la carpeta correspondiente a ese mes de noviembre del año 1860, pero no lo advertí en el momento de escanear el documento, sino ahora y ya lo corregiré en el original.

Podemos suponer fácilmente que es uno de esos talleres de alfarería tradicionales de Triana (Tejar del Serrano) adquirido por “Pelli y Cª” para establecerse en Sevilla y aplicar esa nueva tecnología industrial en su producción.

Lo que se factura responde a lo que se anuncia en el encabezamiento del documento: “25 ¿cajas? (es difícil de descifrar, pero es lo único que tiene lógica) de losetas blancas y encarnadas y raspadas cortadas a 12 reales y medio”. Total 312,5 reales de vellón. En el margen izquierdo, y escrito en sentido transversal, se afirma que “fueron al Palacio de Castillega”, es decir de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Pelli es italiano y la jota le debe costar trabajo, por eso interpreto que las “25 casas”, que es lo que yo leo, son “cajas”.

En otra factura similar, de siete años después (1867), se siguen vendiendo losetas blancas y encarnadas raspadas, pero en mucha menor cantidad, seguramente para reponer o reformar alguna dependencia del palacio.

El otro aspecto que quiero destacar es el de la propia factura. Se trata de un modelo tipográfico en el que se juega con los cambios de tipos de letras para llamar la atención. Hasta nueve tipos puedo contar, además de las diferencias de tamaños de unas y otras. Se acompaña a este recurso un adorno vegetal y geométrico para envolver los distintos temas del encabezamiento.

Es un sistema sencillo y eficaz que se utilizó mucho en las facturas sevillanas de los años 50 y 60, y que luego entró en desuso, aunque nunca llegó a abandonarse. En este tipo de factura normalmente no se indica el taller impresor donde se realizó.

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